Ya bajo la dirección de los actuales propietarios, Mikel y Joseba Fernández, se abandona la fabricación para el sector originario y se consolida la producción de resistencias de aplicación más industrial: maquinaria para inyección, soplado, extrusión, transformación del plástico, del caucho, para la inyección de zamak, para máquinas de envase y embalaje, para moldes, utillajes y prensas calientes, para el calentamiento de sólidos, líquidos, aire y gases y para procesos industriales diversos donde se necesite calor, así como su control y regulación.